Preparar una maratón es un viaje largo, exigente y lleno de matices. No es solo una cuestión de acumular kilómetros en las piernas o seguir al pie de la letra un plan de entrenamiento. Es también —y sobre todo— una experiencia personal; no hay dos experiencias iguales.
En las últimas semanas he ido compartiendo aquí mi recorrido: los entrenamientos, las sensaciones, las curiosidades o los aprendizajes como corredora y como psicóloga. He escrito sobre la disciplina, sobre la importancia de escuchar al cuerpo o sobre cómo gestionar la motivación cuando el cansancio empieza a acumularse.
Pero esta semana quiero darle un giro. En lugar de ser yo quien marque el tema de conversación, quiero que seáis vosotros quienes me propongáis el rumbo.
Un espacio para preguntar, compartir y aprender juntos
Siempre he creído que el conocimiento crece cuando lo compartimos. Que las mejores conversaciones no empiezan con una exposición unilateral, sino con una pregunta. Por eso, esta semana en mi diario de preparación para la maratón quiero abrir un espacio para que me planteéis vuestras dudas, curiosidades o inquietudes.
Quizá os apetezca saber cómo es realmente la preparación mental para una maratón, o qué estrategias uso para afrontar los días en que no tengo ganas de entrenar. Tal vez queráis conocer qué pasa por mi cabeza cuando un entrenamiento va regular o cuando las fuerzas empiezan a flaquear. O puede que os intrigue cómo aplico la psicología a mi propio entrenamiento y vida personal.
No hay pregunta demasiado simple ni demasiado compleja. Podéis preguntarme sobre entrenamientos, emociones, miedos, alimentación, descanso, gestión del tiempo o cualquier aspecto que os genere curiosidad.
Correr y pensar van juntos
Desde fuera, correr puede parecer una actividad puramente física: un pie delante del otro, una respiración rítmica, kilómetros que se suman. Pero quienes corremos sabemos que hay otra carrera, invisible, que ocurre en paralelo: la carrera mental.
Durante un rodaje largo, la mente pasa por fases muy distintas. Hay momentos de entusiasmo en los que sientes que podrías correr para siempre. Otros de duda, en los que cada paso parece más pesado que el anterior. Y otros de concentración plena, en los que entras en un estado en el que ni te das cuenta qué canción vas escuchando.
Como psicóloga, me gusta observar estas transiciones y reflexionar sobre ellas. En mi preparación para la maratón, estoy constantemente aplicando estrategias que también se utilizan en psicología: técnicas de visualización, gestión de pensamientos intrusivos, autodiálogo constructivo o regulación emocional. Y a la vez, descubro matices nuevos que solo aparecen cuando te enfrentas a un reto físico de esta magnitud.
Me encantaría que pudiéramos conversar sobre estas experiencias y sobre cómo la mente y el cuerpo se influyen mutuamente en un objetivo tan ambicioso como correr 42 kilómetros.
El valor de la curiosidad
Invitaros a que me hagáis preguntas no es un simple gesto para “cambiar el formato” de mi diario. Es, en realidad, un recordatorio del valor de la curiosidad.
Cuando hacemos preguntas, nos abrimos a la posibilidad de aprender algo nuevo, de ver el mundo desde otra perspectiva. Preguntar implica reconocer que no lo sabemos todo y que siempre hay algo más por descubrir. Y eso, en mi opinión, es una actitud que deberíamos llevar tanto al deporte como a la vida.
Además, vuestras preguntas también me ayudan a reflexionar. Muchas veces, explicar un proceso a otra persona me obliga a poner en palabras sensaciones o pensamientos que de otro modo quedarían sin expresarse. Al contestaros, no solo comparto lo que sé: también ordeno mis propias ideas y descubro conexiones que no había visto antes.
Ejemplos de lo que podéis preguntarme
Para que os hagáis una idea, aquí dejo algunos ejemplos de posibles preguntas, aunque podéis ir mucho más allá de esta lista:
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¿Qué técnicas psicológicas utilizas para mantener la motivación a lo largo de tantos meses de entrenamiento?
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¿Cómo gestionas los días de bajón en los que el cuerpo o la mente parecen no responder?
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¿Qué piensas en los últimos kilómetros de un entrenamiento largo o de una carrera?
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¿De qué manera influye tu formación como psicóloga en tu manera de entrenar?
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¿Cómo combinas tus sesiones de fuerza, descanso y carrera para no caer en el sobreentrenamiento?
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¿Qué papel juega la autoconfianza en una prueba de resistencia como la maratón?
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¿Cómo afrontas los miedos previos a una gran carrera?
Podéis dejar vuestras preguntas en los comentarios de mi publicación de Instagram, escribirme por mensaje privado o incluso enviarme un correo si preferís un formato más largo.
Responderé desde la experiencia y la reflexión
Mi compromiso es contestar de forma honesta, combinando mi experiencia personal como corredora con mi mirada profesional como psicóloga. No se trata de dar “recetas mágicas” ni de presentar mi camino como el único posible, sino de ofrecer un punto de vista de alguien totalmente amateur que pueda serviros de guía.
Creo firmemente que cada corredor y cada persona tiene su propio recorrido y que lo importante no es copiar lo que otro hace, sino encontrar lo que funciona para uno mismo. Por eso, mis respuestas no serán verdades absolutas.
Por qué ahora
Quizá os preguntéis por qué he decidido abrir este espacio justo en este momento de mi preparación. La razón es sencilla: estoy en una fase del entrenamiento en la que ya he recorrido un buen trecho, pero aún queda mucho por delante. Tengo claras mis rutinas, mis ritmos y mis objetivos, pero también estoy acumulando cansancio y adaptándome a nuevas exigencias.
Es un momento en el que reflexionar y conversar con otros puede aportar frescura, motivación y nuevas ideas. Además, me gusta pensar que este diario no es un monólogo, sino un diálogo en el que todos.
Un viaje compartido
La maratón, aunque se corre de manera individual, es un reto que nunca se afronta en soledad. Detrás de cada corredor hay una red: familia, amigos, entrenadores, compañeros de entrenamiento y también una comunidad que comparte la pasión por el deporte.
Vosotros, que leéis este diario, formáis parte de ese apoyo. Y ahora, con vuestras preguntas, podéis contribuir a enriquecer este viaje de preparación.