Gestionar los celos

Si hace tres días hablábamos de las causas y origen de los celos, hoy hablamos de su manejo. De manera general, cuanto más tiempo lleve con nosotros la emoción de los celos, más difícil va a ser gestionarlos. Existen tres tipos de celos, que son:

Los manifiestos. Se dan cuando una persona siente desconfianza con respecto a su pareja y la somete a preguntas sobre con quién sale, quienes son sus compañeros de trabajo o incita a que ésta interrumpa su vida social. Estos celos llevan aparejado el enfado.

Los ocultos. Se caracterizan porque una de las partes de la pareja tiene actitudes de mala educación con respecto a su pareja y a las personas de su entorno. Normalmente la persona que siente los celos realiza críticas sin fundamento y minimiza los gustos y logros de para así minar la autoestima y confianza. Es la forma más velada de celos.

Los patológicos. Se trata del tipo de celos más extremo, ya que van acompañados de delirios de engaño que no tienen ninguna base. En los casos más graves, la persona que tiene celos realiza maltrato psicológico y físico sobre su pareja.

Gestionar los celos de manera efectiva implica utilizar estrategias que ayudan a reducir su intensidad. Por una parte, a través del autoconocimiento y la autoconciencia. Es fundamental reconocer y aceptar los sentimientos de celos sin omitir juicios de valor. También, preguntarse cuál es la causa primaria de los celos. Puede ser miedo a la pérdida, inseguridad personal o causado por experiencias pasadas. Sea cual sea la raíz, la autocompasión es necesaria ya que la persona puede descubrir en ella patrones de comportamiento no saludables.

Otra manera de abordar los celos es a través de la comunicación.  Expresar sentimientos de manera constructiva y escuchar activamente son las claves en este aspecto. En lugar de acusar, es mejor comunicar los sentimientos de celos de manera abierta. Usar expresiones en primera persona («Me siento inseguro cuando…») evita que la conversación se convierta en una confrontación.

De igual manera, la reestructuración de pensamientos negativos supone también una herramienta fundamental en el manejo de los celos. ¿Cómo se hace? Identificando y desafiando los pensamientos irracionales que alimentan los celos. Esto puede incluir preguntarse si las suposiciones hechas son basadas en evidencia o si se está exagerando la amenaza percibida. Requiere primar la razón frente la visceralidad de la emoción momentánea. En todo caso, esta técnica esta muy relacionada con la comunicación.
Por último, es importante reforzar la autoestima y la autoconfianza. Puesto que los celos pueden tener su germen en experiencias pasadas, es importante que dichas vivencias no marquen futuras relaciones. Haber experimentado celos en relaciones pasadas, normalmente vinculados a la infidelidad, son un factor de riesgo para desarrollar celos con otras parejas. Trabajar la autoestima y la autoconfianza conlleva la autoaceptación, la introspección, el desarrollo personal y la validación.

Los celos son una emoción natural que todos podemos llegar a sentir, pero gestionarlos de manera efectiva es clave para mantener relaciones saludables, que repercuten en nuestro bienestar emocional. Pedir ayuda profesional es una inversión para la salud emocional, presente y futura.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio